Vale, confieso que al principio pensé "otro juego de cajas misteriosas más". Pero Labubu Pop Mart me ha sorprendido gratamente. Es como tener una tienda Pop Mart en el móvil, pero sin gastar una fortuna en figuras reales. La mecánica es adictiva: abres cajas ciegas, coleccionas figuras Labubu adorables y completas tu álbum. Simple en teoría, pero engancha de verdad.
Lo que más me gusta es la variedad de rareza de las figuras. Desde las comunes hasta las épicas doradas, cada apertura es una sorpresa. Y cuando sale una figura legendaria... madre mía, la emoción es real.
La dinámica es súper intuitiva. Consigues monedas completando misiones diarias, después compras cajas ciegas y las abres para revelar nuevas figuras Labubu. Cada coleccionable se añade automáticamente a tu álbum digital. También puedes usar tus peluches favoritos en batallas para ganar más recompensas.
Flashist ha demostrado saber capturar la esencia de los juegos de cartas coleccionables digitales. Su experiencia en mecánicas gacha se nota en cada detalle del sistema de recompensas. Han logrado recrear fielmente la experiencia de abrir productos Pop Mart reales.
Sí, completando misiones diarias conseguirás monedas suficientes. Eso sí, las épicas requieren paciencia.
Necesitas conexión para sincronizar tu progreso, pero la jugabilidad básica funciona offline.
Perfectamente. De hecho, en pantalla grande se aprecia mejor el diseño de las figuras.
El juego debutó el 06.18.2025 y recibió su última actualización importante el 07.04.2025, añadiendo nuevas series de figuras y mejorando la interfaz de batalla.
Si te ha molado la mecánica coleccionable, definitivamente prueba Labubu para más diversión con estos personajes adorables. Para algo diferente pero igual de adictivo, Labubu Energy añade elementos de acción. Y si buscas más variedad en coleccionables, Pretty Unicorn ofrece una experiencia similar con criaturas mágicas.
Perfecto para fans de los juegos de monstruos kawaii y cualquiera que disfrute de la emoción de abrir sorpresas digitales. ¡A coleccionar se ha dicho!